Este es el discurso de la Fortuna que revela a Alejandro como obra
suya y sólo suya. Pero es preciso hacer una réplica en favor de la filosofía o
más bien en favor de Alejandro, quien se sentiría vejado e irritado si
pareciera que ha adquirido gratuitamente de Fortuna su hegemonía, conseguida al
precio de mucha sangre y de sucesivas heridas, pues pasaba muchas noches en
vela y consumía días manchados de sangre luchando contra poderes irresistibles
e innumerables tribus, contra ríos inaccesibles y rocas inexpugnables, asistido
por buen consejo, fortaleza, valentía y sensatez.
Pienso que Alejandro le diría a Fortuna si ésta tratase de inscribir su nombre
en los éxitos de aquél: "No desacredites mi valor ni me desposeas de mi
fama y me la quites".
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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