EL EMPERADOR FILIPO EL ÁRABE CELEBRA EN EL CIRCO LOS 1000 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE ROMA

Había en Roma en tiempos de Gordiano treinta y dos elefantes, de los cuales el mismo Filipo había enviado doce, y Alejandro diez. Diez alces, diez tigres, sesenta leones domados, treinta leopardos domados, diez hienas, mil parejas de gladiadores de los ludis imperiales, seis hipopótamos, un rinoceronte, diez leones salvajes, diez jirafas, veinte asnos salvajes, cuarenta caballos salvajes, y muchos otros animales de este tipo, innumerables y diversos. Todos fueron exhibidos o muertos en los juegos seculares por Filipo. Todas estas fieras domadas y salvajes, eran del anterior emperador Gordiano III que las reservaba para un triunfo persa, pero esta intención oficial de nada valió, pues todas ellas fueron usadas por Filipo en los juegos seculares, consistentes en munera y carreras en el circo, celebrados por el milésimo año de la ciudad, en el consulado suyo y de su hijo.