"Si alguno no quiere trabajar, que no coma", dijo San Pablo de Tarso, el conocido apóstol cristiano, en una de sus predicas.
Para entender el significado de esta frase, primero tenemos que entender el contexto histórico en el que fue pronunciada. Pablo de Tarso sufrió en una época en la que el trabajo y la esclavitud eran una parte integral de la vida cotidiana en el Imperio Romano. La mayoría de la gente trabajaba duro para sobrevivir, mientras que otros más impedidos, dependían de la caridad de la gente para sobrevivir ( cosa a la que no eran demasiado dados la mayoría, aunque los emperadores proporcionaban pan, aceite, carne, e incluso espectáculos en el circo o teatro para tener satisfecha a la plebe más necesitada). Además, la economía y prosperidad del Imperio dependía en gran medida de la agricultura, la industria, y el comercio, lo que significa que la falta buena de voluntad en desempeñar con eficacia el trabajo y en la falta disciplina de esforzarse, podrían afectar gravemente la producción de alimentos y la subsistencia de la población.
Aclarado esto, podemos entender que la frase de Pablo de Tarso es una llamada a la responsabilidad personal y a la disciplina del trabajo duro para poder prosperar. Él está diciendo que si alguien no quiere trabajar, no debería esperar que otros le den de comer o tengan que mantenerlo. En otras palabras, si no haces nada productivo para contribuir en tus beneficios personales y con ello con el resto de la sociedad, no tienes derecho a recibir los beneficios de este trabajo ni que te lo proporcionen los demás que sí se aplican al trabajo
Pero también debemos tener en cuenta que la frase de Pablo no es una condena a los pobres desafortunados sin las oportunidades de poder trabajar con un mínimo de dignidad, o a los que a causa de una desgracia, les han dejado impedidos que no pueden trabajar. De hecho, el mismo Pablo en sus predicas apostólicas cristianas, abogaba por la caridad, la solidaridad, y el cuidado hacia los necesitados. Lo que él estaba enfatizando era la importancia del trabajo y el esfuerzo, y cómo esto es esencial para que sea posible la prosperidad y con ello el funcionamiento de una sociedad saludable.
Por ejemplo, imaginemos que eres un ciudadano romano rico que tiene muchos esclavos trabajando en tu hacienda. Si uno de tus esclavos se niega a trabajar y espera que otros a costa de su trabajo le den de comer, ¿cómo afectaría eso a tu producción de alimentos y, en última instancia, a tu negocio? O si eres un esclavo que ha sido liberado y ahora tienes que ganarte la vida por tu cuenta, ¿cómo te afectaría si no trabajas duro para ganarte el sustento?. Lo que está claro es que la holgazanería trae mala suerte para ti mismo, y también para los demás por la falta de la parte en la que deberías de contribuir o por lo que entorpece o retrasa en no aplicarte en aquello que se debiera.
En conclusión, la frase de Pablo de Tarso "Si alguno no quiere trabajar, que no coma" es un recordatorio de la importancia del trabajo y el esfuerzo en una sociedad saludable en la que todo el mundo atiende y es responsable de lo suyo, pudiendo prosperar y así contribuyendo a un mejor bienestar social, con lo cual hay más recursos para ser solidario y poder atender a otros más necesitados a causa de desgracias u otros impedimentos involuntarios. Como apóstol cristiano, no quería decir que es una condena a los pobres o a los caídos en desgracia que no pueden trabajar, sino un llamado a la responsabilidad personal y a la contribución a la sociedad, ya que así se podría ser caritativo y solidario hacia los más necesitados, que este era el deseo de su maestro Jesucristo. En resumidas cuentas, creo que San Pablo quiso decir que independientemente de la posición social en la que uno se situara, no se debería de olvidar nunca de trabajar siempre duro y ser responsables, para poder construir un mundo y una vida mucho mejor, en el que se beneficiaran todos, y que este era el deseo de Nuestro Señor Jesucristo.
Además, Pablo de Tarso, aparte de instar a las personas a trabajar para merecer lo de poder comer, también enfatizó la importancia de la caridad y el cuidado de los necesitados, como ejemplo de buenos cristianos. Para él, la caridad no era simplemente dar limosnas, sino un acto de amor y compasión hacia los demás, propio del comportamiento cristiano ante los ojos de Dios. Pablo enseñó que todos somos iguales ante Dios y que debemos ayudar y amar a aquellos que están en necesidad, ya sean ricos o pobres, libres o esclavos.
En sus escritos, Pablo habla sobre la importancia de compartir con los necesitados y ayudar a los menos afortunados. Por ejemplo, en la carta a los Gálatas, él dice: "Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo" (Gálatas 6:2). Aquí, Pablo está exhortando a los creyentes a ayudarse en tiempos difíciles, mostrando empatía y solidaridad. Si la gente es así y trabaja debidamente, con el tiempo se sale de la pobreza y de las dificultades.
Entonces, ¿cómo podemos reconciliar el enunciado de "Si alguien no quiere trabajar, que no coma" con su mensaje de caridad?. Podémoslo de la siguiente manera: Pablo estaba instando a las personas a entender la responsabilidad de su propio bienestar y contribuir a la sociedad a través del trabajo. Sin embargo, esto no significa que debamos negar la ayuda a aquellos que, debido a circunstancias difíciles, no pueden trabajar, porque esto no sería amor ni caridad, actos que definen a los verdaderos cristianos que cumplen con la sugerencia de amor de Cristo.
Ya se sabe, por otra parte, que la pereza y llevar una vida ociosa, son la fuente de todos los males, y solo el trabajo da satisfacción, como ya se indica en las propias Sagradas Escrituras.
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