Lucius Junius Moderatus Columella, (Gades, Bética; 4 d. C. –
Tarento; ca. 70 d. C.) llamado Columela, fue un escritor agronómico hispano de
la Antigua Roma.
Nacido en Gades, provincia de la Bética, pertenecía a la tribu
Galeria y estuvo un tiempo en el ejército romano y fue tribuno laticlavio en la
Legio VI Ferrata en Syria en el año 35. Después se trasladó a la península
itálica, donde, estimulado por el ejemplo familiar de su tío Marco Columela,
consagrado a la agricultura en la Bética, puso en práctica sus conocimientos de
agricultura en sus propiedades de Ardea, Carseoli y Alba.
De su obra escrita nos ha llegado De re rustica (Los trabajos
del campo), escrito hacia el año 42, y De arboribus (Libro de los árboles).
Para la primera de estas obras, dividida en doce libros, se inspiró en
agrónomos anteriores como Catón el Viejo, Varrón y otros autores latinos,
griegos e incluso cartagineses, de los que da una amplia lista; cita
expresamente a los geopónicos Julio Ático y a Julio Grecino, padre de Cneo
Julio Agrícola, y no ignoró tampoco a Hesíodo, Homero, Ovidio, Lucrecio,
Horacio, Virgilio, Plinio y Celso. Trata sobre todos los trabajos del
campo en el más amplio sentido de la palabra: desde la práctica de la
agricultura, la ganadería y la apicultura, hasta la cura de animales, pasando
por la elaboración de distintos productos y conservas.
En De arboribus trata sobre cultivos arbustivos como la vid y sobre
árboles como el olivo o los frutales, e incluso flores como la violeta o la
rosa. La obra de Columela es considerada el repertorio más amplio y documentado
sobre agricultura romana.
La crítica sin embargo ha considerado que podría tratarse de la
misma obra, que tuvo dos ediciones, una resumida, de la que se desgajó el De
arboribus, y otra mucho más ampliada, que es la que ha llegado hasta nosotros
en doce libros De re rustica, dedicados a Publio Silvino, un agricultor
que poseía fincas aledañas a una de Columela. Lleva un prefacio en que se
lamenta del desinterés existente por una materia tan importante:
"Cualquiera que sea el género de estudio al que quiere aplicarse uno, se
escoge el preceptor más dotado... Solo la agricultura, próxima y consanguínea
con la sabiduría, está tan falta de discípulos como de maestros". Porque
para él la agricultura es la expresión de una moral tradicional, severa y
austera, que representa las viejas costumbres y virtudes romanas. La estructura
de la obra es la siguiente:
I)
Situación y construcción de la finca; ocupaciones de los
esclavos.
III-IV) La viña.
III) Árboles frutale
VI-IX) Tratado completo de zootécnica.
VI, ganado mayor.
VII, ganado menor.
VIII, aves de corral.
IX, abejas y apicultura.
X) Jardines.
XI-XII) El campesino y ocupaciones de la masadera.
Cediendo a una petición de Silvino, y respondiendo al pie de la
letra a los versos de las Geórgicas de Virgilio en que este se lamenta de no
poder ocuparse de la jardinería, Columela, con la intención de llenar la
laguna, desarrolla este argumento en el libro X en forma de floridos
hexámetros, lejanos sin duda a la perfección virgiliana, pero no faltos de
calor y de esmerada concisión. Compuso otras obras que se han perdido: unos
folletos contra la astrología, un tratado sobre las viñedos y los árboles
dedicado a Eprio Marcelo y un libro sobre las ilustraciones y los
sacrificios que acaso no compuso enteramente.
Lucio Junio Moderato Columela nos recordaba la importancia de cada uno de dedicarse al cuidado de sus tierras y cultivos de forma responsable. En lugar de asignar esta tarea a los peores de sus esclavos, los amos deberían tomarla como una responsabilidad propia, evitando desdeñar el trabajo manual y la labor en el campo.
Se quejaba de que muchos de los ciudadanos romanos habían abandonado la
agricultura en favor de entretenimientos y placeres fugaces, descuidando sus
responsabilidades como padres de familia. Quejándose de que se pasaban el
tiempo en actividades frívolas y poco saludables, descuidando su propia salud y
bienestar. Columela instaba a cambiar esta actitud indolente y reconectar con
la importancia de cuidar de las tierras y de uno mismo, encontrando un
equilibrio saludable entre el trabajo y el ocio. Así lo dejó escrito en esos
cuatro párrafos de su obra "De re rústica" ( Los doce libros de
agricultura), que los dejo a modo de ejemplo :
El catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, Luis
Alfonso Gil Sánchez, opina que la familia Columela fue la responsable de la
introducción de los olmos ‘romanos’ en la península ibérica.
En 1794, los botánicos José Antonio Pavón y Jiménez e Hipólito
Ruiz López pusieron el nombre de Columellia en su honor a un género peruano de
astéridas.
En 1824, Juan María Álvarez de Sotomayor Rubio publicó De re
rustica en español íntegramente y por primera vez: Los doce libros de
agricultura que escribió en latín Lucio Junio Moderato Columela (Madrid, Miguel
de Burgos, 1824, 2 vols.). El primero comprende los siete primeros libros, y el
segundo los otros cinco. Hay tres ediciones facsímilares modernas: Santander,
Sociedad Nestlé - A.E.P.A, 1979; Extramuros Edición, S.L., 2009; Valladolid:
Maxtor Editorial, 2013.
Pese a su eficacia, la obra de Columela dejó escasos vestigios en
la antigüedad. En el siglo IV lo imitó Rutilio Tauro Emiliano Paladio,
autor de un Opus agriculturae, cuyo capítulo XIV, último de la obra, a
imitación del agrónomo gaditano, lo escribió no en hexámetros, sino en dísticos
elegíacos cuando trataba de los injertos. Con Celso, fue también Columela
fuente importante para el tratado de veterinaria de Pelagonio, también del
siglo IX, en 35 capítulos. El De re rustica fue conocido por los árabes desde
el siglo IX y fue fundamental para la obra de Gabriel Alonso de Herrera ya en
el siglo XVI; de sus fuentes se nutrieron largamente los naturalistas de la
época renacentista, y luego Johann Matthias Gesner, más conocido como Gesnerus
(1691-1761). Lo tradujo Juan María Álvarez de Sotomayor Rubio.
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