Treboniano
Galo fue un emperador romano que gobernó entre los años 251 y 253 d.C., en un
periodo de crisis y conflictos internos y externos para el Imperio. Su vida y
su reinado estuvieron marcados por las invasiones de los godos, la peste, las
rebeliones militares y las intrigas políticas. A pesar de sus esfuerzos por
mantener la estabilidad y la prosperidad, su figura ha sido juzgada
negativamente por las fuentes antiguas, que le acusan de cobardía, corrupción y
falta de autoridad.
Treboniano
Galo nació en Perugia, Italia, alrededor del año 201, en el seno de una
respetada familia de origen etrusco con miembros en el Senado. De su matrimonio con Afinia Gémina Bebiana tuvo dos hijos: el futuro emperador Cayo Vibio Volusiano y su hermana Vibia Gala. Su carrera política y militar
siguió los pasos habituales de una carrera senatorial. Fue cónsul por primera
vez en el año 245 y gobernador de la provincia de Moesia Superior en el año 250. Desde allí se ocupó de la defensa
de la frontera del Danubio contra los constantes ataques de los godos, gozando
de gran popularidad
entre el ejército.
El 1
de julio de 251, el emperador Trajano Decio y su hijo Herenio Etrusco murieron en la batalla de Abrito
contra los godos. Al
recibir la noticia, las legiones proclamaron a Treboniano Galo nuevo emperador,
aunque todavía vivía Hostiliano, el otro hijo de Decio y por lo tanto el primer aspirante al trono. Galo lo aceptó como coemperador, lo
adoptó y lo designó como sucesor, quizá para evitar una guerra civil. También nombró a su propio hijo Volusiano como César y heredero.
Treboniano Galo consiguió con negociaciones la retirada de los godos del territorio romano prometiendo el pago de tributos anuales. Esta medida fue vista por algunos con desconfianza y desprecio, pues suponía reconocer la superioridad militar de los bárbaros y debilitar las arcas del Estado. Después se puso en marcha hacia Roma, donde se encontró con una grave situación: una epidemia de peste se había desatado en la capital, causando miles de muertes entre la población. Entre las víctimas estaba también el joven Hostiliano, lo que dejaba a Volusiano como único Augusto junto a su padre.
Para darle más legitimidad a su nueva dinastía, Galo casó a su hijo con la hermana de Hostiliano. En Roma se ocupó además de la
extinción de la epidemia y de que los muertos fuesen rápidamente enterrados. A pesar de que a menudo se le atribuye el perseguir
a los cristianos, el único hecho probado es el encarcelamiento del Papa Cornelio en el año 252, y el
exilio del Papa Lucio I.
Bajo el gobierno de Treboniano Galo hubo constantes conflictos en las fronteras del Imperio. En el este, el rey persa Sapor I conquistó la provincia de Siria casi sin encontrar resistencia. En la región del Danubio, los godos volvieron a invadir el territorio romano a pesar del tratado suscrito en 251. En África, una revuelta liderada por Fulvio Macriano amenazaba con extenderse a otras provincias.
Ante esta situación crítica, el
ejército proclamó un nuevo emperador: Emiliano, el comandante de las tropas danubianas que había logrado algunas victorias contra los godos. Emiliano inició la marcha hacia
Italia para hacer frente a los dos Augustos. El encuentro en Interamna terminó
con la derrota de Treboniano Galo y de su hijo, que perdieron también la vida
en aquel lugar en agosto
del año 253, asesinados
por sus propios soldados que se pasaron al bando de Emiliano.
Treboniano
Galo fue un emperador que tuvo que enfrentarse a numerosos problemas y desafíos
durante su breve reinado. Su política exterior fue pragmática y pacífica,
buscando evitar más derramamiento de sangre y garantizar la seguridad de las
fronteras. Su política interior fue generosa y conciliadora, tratando de ganarse
el apoyo del Senado, del pueblo y del ejército. Sin embargo, sus decisiones no
fueron bien vistas por todos y le granjearon muchos enemigos. Su imagen ha sido
transmitida por las fuentes antiguas como la de un gobernante débil, indeciso e
incapaz. Su muerte violenta fue el resultado de una traición que puso fin a su
dinastía.
Se
podría decir que Treboniano Galo fue un emperador que intentó hacer lo mejor
posible en unas circunstancias muy difíciles, pero que no supo ganarse el
respeto y la lealtad de sus súbditos. Quizá fue demasiado condescendiente con
los godos y demasiado confiado en su ejército. Quizá le faltó carisma y
autoridad para imponer su voluntad. O quizá simplemente tuvo mala suerte y no
pudo evitar el destino que le esperaba.
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