La vida
no regala nada a los mortales, sin un gran esfuerzo.
( Quinto
Horacio Flaco )
LA REFLEXIÓN: En efecto, como dice Horacio, la vida
no regala nada a los mortales sin un gran esfuerzo, y en sus palabras nos trata de dar
una breve y provechosa lección. Esto significa que si tal vez quieres convertirte en un músico exitoso,
un científico reconocido, el mejor albañil, un reputado modisto, un escritor,
dedicarte a la política, iniciar tu propio negocio, o sencillamente dedicarte a
cualquier cosa que te apasione o a la que aspires, para lograr tus metas y objetivos, debes de
trabajar duro y perseverar en tus esfuerzos, ya que la vida de entrada no
resulta fácil para nadie.
En la
antigua Roma, la virtud de la fortaleza era muy valorada, y es de lo que más
recomendaba poseer Cayo Julio César: saber ser fuertes, tanto mental como
físicamente, porque como él mismo dejó escrito: “nada es tan difícil que no se
pueda conseguir con la fortaleza”. De hecho, los romanos en su mentalidad
creían que la fortaleza era como una virtud
necesaria para enfrentar los desafíos de la vida y superar las dificultades,
cosa aprendida por las muchas guerras por las que les tocó pasar. Y por esto
también sentían menosprecio por las personas que mostraban debilidad. Por eso
creo que Horacio trata de aconsejar que
hay que esforzarse por ser fuerte y perseverante en todo lo que se hagas,
tratando de aprender y desarrollarte en el objetivo que te pongas.
El
éxito no puede venir de la noche a la mañana. Es necesario trabajar duro,
incansable, con profunda dedicación, y ser constante en nuestros esfuerzos, día
a día, paso por paso. Si se quiere lograr algo en la vida, ya sea en el ámbito
personal, profesional o académico, se debe de estar dispuesto a sacrificar tiempo
y energía para alcanzar los propios objetivos marcados y pretendidos.
Además,
es importante tener en cuenta que el esfuerzo no solo se trata de trabajar
duro, sino también de trabajar inteligentemente de la mejor manera con
constancia, optimizando las cosas, sin perder el tiempo, y en lo posible
adquirir velocidad para ganar tiempo. Se debe de saber ser astuto y estratégico
en los esfuerzos a aplicar, y estar dispuesto a aprender de los inevitables
errores y fracasos, corrigiendo en lo que se ha estado equivocado y aprendiendo
de la experiencia vivida.
En consecuencia, la reflexión de Quinto Horacio Flaco nos recuerda que la vida no es fácil, pero que con esfuerzo y perseverancia sin desfallecer ni rendirse, podemos lograr grandes cosas. Así que si hacemos caso a lo que dice Horacio y nos animamos a hacer lo correcto y esforzarnos por alcanzar las metas y objetivos, sin rendirse nunca ante las dificultades se puede llegar a conseguir lo que se pretende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario