Quodvultdeus
de Cartago fue un santo católico y obispo de la diócesis de Cartago en el siglo
V. Tuvo una estrecha relación con Agustín de Hipona, uno de los padres de la
Iglesia y también obispo de Cartago en esa época.
Cuando
Genserico, el rey vándalo, conquistó la ciudad de Cartago en el año 438,
Quodvultdeus se vio obligado a abandonar su ciudad junto con un grupo de
clérigos. Su escape fue bastante dramático, ya que tuvieron que embarcarse en
naves viejas y fueron dejados a merced del viento. Afortunadamente, la
providencia los guió hasta las costas de Campania, donde finalmente encontraron
refugio.
Quodvultdeus
continuó su ministerio y dedicó su vida a la predicación y enseñanza del
cristianismo. Falleció en el año 453, probablemente en la ciudad de Nápoles.
Tras su muerte, fue reemplazado como obispo de Cartago por Deogracias, quien
también fue canonizado más tarde.
La
fiesta de Quodvultdeus se celebra en el Martirologio romano el 19 de febrero y
en el calendario cartaginés el 8 de enero. Además de su labor pastoral, también
se le atribuyen varios sermones, aunque algunos críticos sugieren que algunos
de estos sermones fueron erróneamente atribuidos a Agustín de Hipona. Estos
sermones incluyen tres sobre el símbolo de la fe, dos sobre el tiempo de los
bárbaros, dos sobre aquellos que se acercan a la gracia, uno contra cinco
herejías, uno sobre el cataclismo, uno sobre el último miércoles de Cuaresma,
uno sobre un tema nuevo y uno contra los judíos. También se le atribuye el
tratado "De promissionibus et praedictionibus Dei", que originalmente
se pensaba que era obra de Próspero de Aquitania.
Es
importante destacar que Quodvultdeus no debe confundirse con otro personaje
también llamado Quodvultdeus, quien era un diácono y envió dos cartas a San
Agustín en ese mismo período histórico.
La
figura de Quodvultdeus de Cartago nos muestra la valentía y el compromiso de
los líderes religiosos en tiempos de persecución y cambio político. Su amistad
con Agustín de Hipona y sus contribuciones a la predicación y la escritura nos
permiten comprender mejor el contexto y las enseñanzas de la Iglesia en el
siglo V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario