miércoles, 24 de mayo de 2023

¿CÓMO CAZAR LEOPARDOS EN EL DESIERTO DE LIBIA?

 

De esta manera algún cazador y sus otros compañeros urden una trampa para los leopardos que aman el vino puro: eligen una fuente en la que ardiente tierra de Libia, una fuente, que, aun siendo pequeño, mana en un lugar reseco abundante agua oscura, misteriosa e inesperada… Allí, al amanecer, va a beber la raza de las fieras panteras. Y, al anochecer, los cazadores salen acarreando veinte cántaros de dulce vino que alguien, cuya tarea es la custodia de una viña, ha prensado once años antes; y mezclan el dulce licor con el agua, y abandonando la purpúrea fuente se emboscan cerca, cubriendo sus valiente cuerpos con pieles de cabra, o simplemente con sus redes, puesto que no pueden encontrar refugio de roca ni de frondosos árboles, al ser toda la tierra una extensión arenosa y desprovista de vegetación. Las panteras, acuciadas por el ardiente sol, sienten a la par la llamada de la sed y del olor que ellas aman, y se aproximan al manantial de Baco, y con avidez sorben el vino. Al principio todas brincan unas junto a otras como si fueran una compañía de bailarines, pero poco a poco sus miembros se embotan, e inclinan suavemente la cabezas hacia abajo… después un profundo sueño se apodera de ellas y las arroja aquí y allá sobre el suelo.

 

 ( Opiano de Anazarba, en “Cinegética” ) 








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