«Pues he aquí que, una vez
aniquilados todos sus enemigos y restablecida la paz en todo el orbe, la
Iglesia hasta hace poco conculcada, resurge de nuevo y el templo de Dios, que
había sido derruido por los impíos, es reconstruido con mayor esplendor gracias
a la misericordia del Señor: Dios, en efecto, ha promovido unos Príncipes que
han puesto fin al poder malvado y sangriento de los tiranos y han proporcionado
a la humanidad el que, disipada, por así decirlo, la nube de la sombría época
anterior, una paz alegre y serena llene de regocijo las mentes de todos».
Cómo
análisis y crítica de este escrito, con todo el valor histórico que representa,
diré lo siguiente:
Lactancio
presenta la llegada del cristianismo al poder como un momento de renovación y
resurgimiento para la Iglesia, después de haber sido perseguida y oprimida.
Describe la destrucción del templo de Dios por parte de los impíos y su
reconstrucción con mayor esplendor gracias a la misericordia divina. Además,
resalta la influencia de los príncipes promovidos por Dios, quienes han
terminado con el poder malvado y sangriento de los tiranos, y han traído paz y
regocijo a la humanidad.
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