Calístenes de Olinto (en griego,
Καλλισθένης; ca. 360 a. C. - 328 a. C.) fue un historiador griego, sobrino de Aristóteles
y discípulo suyo en Aso.
Calístenes viajó con su tío a la
corte macedonia en Pella, tras la petición que Filipo II hiciera a Aristóteles
para que fuera el tutor de su hijo Alejandro. Allí Calístenes adoptó
paulatinamente el ideal panhelénico que propugnaba el rey macedonio, basado en
el hegemonía de Macedonia en la Hélade para imponerse a la amenaza que suponía
el Imperio aqueménida.
Tras el asesinato de Filipo, Calístenes
fue recomendado por Aristóteles para ser el historiador personal de Alejandro
durante su proyectada campaña contra el Imperio persa. Calístenes alabó en sus
narraciones las hazañas de Alejandro, recogiendo la afirmación del rey
macedonio de ser hijo de Zeus.
Junto a la crónica de la expedición
de Alejandro, Calístenes escribió además varias obras más, como son las
Helénicas, la historia de Grecia desde la Paz de Antálcidas hasta el comienzo
de la Guerra Focea (387-357 a. C.), así como la Lista de los vencedores de los
Juegos Píticos junto a su tío Aristóteles.
Una gran cantidad de material
legendario fue reunido en diez volúmenes denominados Biografías de Alejandro
(también llamados Novelas de Alejandro), siendo la base de todas las leyendas
sobre su figura en la Edad Media. La forma final de este texto pertenece al
siglo III, su autor es generalmente conocido como el Pseudo-Calístenes, si bien
la traducción al latín, hecha por Julio Valerio Alejandro Polemio (principios
del siglo IV) es atribuida a Esopo. Otros personajes a los que se les atribuye
su autoría son Aristóteles, Antístenes, Onesícrates y Flavio Arriano.
Junto al texto latino, se hicieron
varias versiones en armenio, eslavonio, siríaco y cuatro en griego en la Edad
Media; la traducción de Valerio fue sustituida finalmente por la que hiciera
León, arzobispo de Nápoles, en el siglo X, la denominada Historia de Preliis.
Calístenes fue uno de los críticos
de Alejandro desde el momento en que el rey macedonio decidió asumir el
ceremonial persa, con prácticas tales como la proskynesis de sus súbditos ante
él. Esta costumbre oriental consistía en la postración de rodillas y en tocar
el suelo con la frente en esta postura ante el rey, como muestra de devoción ante
el soberano por su naturaleza divina. Esta práctica asumida por Alejandro fue
mal recibida por los macedonios y los griegos de su ejército y su burocracia,
entre los que se contaba Calístenes, quien en una ocasión ofendió al rey no
postrándose ante él. Esto supuso la caída en desgracia del historiador ante
Alejandro, quien más adelante detuvo la denominada "conspiración de los
pajes", acusando a Calístenes de estar detrás de ella. Calístenes fue
detenido y encarcelado, ya que debido a su condición de heleno no podía ser
enjuiciado por un tribunal macedonio, y murió durante su cautiverio, bien a
causa de las torturas, bien por inanición. El triste final de Calístenes fue
conmemorado por su amigo Teofrasto en un singular tratado: Calístenes o Un
tratado sobre el dolor, que dio a conocer durante una visita a Atenas.
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