miércoles, 1 de enero de 2020

ESPARTACO A SUS ESCLAVOS LIBERADOS



 

De momento, somos libres, pero no debemos olvidar que seguimos siendo esclavos según la ley. Hemos matado a nuestros guardianes y al propietario y cuando las autoridades lo descubran nos perseguirán. Nunca habíamos podido reunirnos como personas para hablar de lo que queremos hacer y de nuestro porvenir -lanzó un profundo suspiro-. Antes que nada, quiero decir que no voy a retener a ningún hombre ni mujer contra su voluntad. Los que prefieran seguir por su cuenta pueden marcharse cuando deseen. No os pido promesas, juramentos ni ceremonias de lealtad a mi persona. Hemos sido prisioneros, sabemos lo que son las cadenas, no hemos gozado de los privilegios de las personas libres y a las mujeres las han obligado a prostituirse. Yo no quiero obligaros a nada.








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