sábado, 25 de enero de 2020

EL EMPERADOR TIBERIO EN LOS JUEGOS



En las fiestas, y en cualquier otra ocasión en la que se le proporcionase a la plebe algún entretenimiento semejante, al atardecer se iba a la casa de alguno de los libertos imperiales que viviera cerca del lugar donde el público debía congregarse, y allí pasaba la noche para que a todos les fuera posible encontrarlo con presteza y sin ninguna dificultad. También solía ver, desde casa de alguno de sus libertos, las carreras de caballos. Con mucha frecuencia hacía acto de presencia en los espectáculos públicos, no sólo con la intención de honrar a quienes los habían organizado, sino también para asegurarse del orden entre la plebe y dar la apariencia de que compartía el espectáculo con ellos. Pero nunca se tomó en serio ninguno de aquellos espectáculos ni tuvo fama de ser un seguidor incondicional.

( Dión Casio )







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