Os amo y nunca me cansaré de
decíroslo. Si las cartas son el único medio de que me escuchéis, os lo diré por
medio de cartas. Docenas, cientos, miles, al paso de los años. Os sofocaré con
cartas, os ahogaré con cartas, os aplastaré con cartas. ¿Hay algo más romano que
el género epistolar? Nos alimentamos de cartas, del mismo modo que yo lo hago escribiéndoos.
¿Qué es la comida si me negáis el alimento que ansían mi corazón y mi alma?. Mi
desalmado, implacable y cruel amado, ¿cómo Podéis estar tan lejos de mí? Echad
abajo el muro que separa las dos casas, penetrad en mi cuarto y ¡besadme, besadme,
besadme!. Pero no lo haréis. Parece que os lo oigo decir, mientras yo permanezco
en este lecho odiado, impedida para levantarme. ¿Qué he hecho para merecer
vuestra indiferencia y frialdad? Estoy segura de que bajo vuestra piel blanquísima
anida una mujercita, mi esencia confiada a vuestra vigilancia, de tal modo que
la Julilla que vive en la casa de al lado en su horrendo y odiado lecho no es
más que una réplica vacía que cada vez se debilita más. Un día desapareceré y
no quedará de mi más que esa mujercita bajo vuestra blanca piel. ¡Venid a verme
y ved lo que habéis hecho! Besadme, besadme, besadme. Os amo.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
lunes, 1 de diciembre de 2014
CARTA DE UNA DESESPERADA Y ENAMORADA JULIA MENOR DE LOS CÉSARES ( JULILLA), A UN JOVEN LUCIO CORNELIO SILA
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