Esta es una de las razones por las que las campanas se
desarrollan en verano y a principios de otoño: el campo estará preñado de
alimento con el que mantener a un ejercito en marcha. El hecho de que los
campesinos necesiten estas mismas cosechas y rebaños para sobrevivir al
invierno no es algo que cruce por la mente de un soldado con demasiada
frecuencia.
No obstante, los costes humanos y económicos
acarreados por un ejercito romano en marcha por su territorio sirven en si
mismos como incentivo para que los vecinos de Roma mantengan la paz. Los
legionarios y los auxiliares incuban un enorme deseo de revancha contra los
dacios y los partos por haber llevado una miseria similar al corazón de las
provincias de Mesia, Panonia y Siria, y estos soldados saben de lo que hablan,
porque ellos mismos lo han hecho en incontables ocasiones.
Esta es la parte de la campaña en la que la caballería,
tanto legionaria como auxiliar, se gana el pan. Las caravanas de suministros y
las partidas de aprovisionamiento resultan vulnerables a los ataques y las
emboscadas enemigas, porque por lo general los nativos suelen tomarse fatal que
dichas partidas se dediquen a devastar sus campos, lo que resulta bastante
comprensible. (Aunque también se han dado casos en los que ha sido el propio
gobernante de la región invadida quien lo ha hecho al empezar la guerra, con el
argumento de que los romanos van a hacerlo de todas formas, y así al menos se
evita que obtengan suministros con ello.)
Por ello, la caballería estará sobrecargada de trabajo
ofreciendo protección a las caravanas de suministros y evitando que las
partidas de aprovisionamiento se vean copadas por ataques repentinos, además de
formar la retaguardia y las partidas avanzadas y de lanzar misiones de reconocimiento. Como consolación, los jinetes saben que si se llega a plantear un asedio la caballería
tendrá poco que hacer, aparte de sentarse a mirar como los legionarios se pegan
cabezazos contra los muros de la plaza enemiga, aunque cuando falten efectivos
los jinetes desmontaran y se unirán al asalto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario