domingo, 17 de julio de 2016

CICERÓN DICE SOBRE EL PODER Y LA LEY


El poder y la ley no son sinónimos. La verdad es que con frecuencia se encuentran irreducible oposición. Hay la Ley de Dios de la cual proceden todas las leyes equitativas de los hombres de los hombres y a la cual éstos ajustar si no quieren morir en la opresión, el caos y la desesperación. Divorciado de la Ley eterna e inmutable de Dios establecida mucho antes de la fundición de los soles, el poder del hombre es perverso, no importa con qué nobles palabras sea empleado o los motivos cuando se imponga.



Los hombres de buena voluntad, atentos por tanto a la Ley dictada por Dios, se opondrán a los gobiernos regidos por los hombres y si desean sobrevivir como nación, destruirán al gobierno que intente administrar justicia según el capricho o el poder de jueces venales. 






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