Es difícil conectar en el plano sexual con alguien. Mucho más difícil de lo que creemos. El sexo tiene poco de experiencia física, tiene mucho de emociones y sentimientos, de compartir la intimidad con otra persona, de conocer su interior de golpe. Cómo expresa el cariño una persona puede decirlo todo de ella. Por eso coincidir en la forma de deseo, en los besos, en las caricias, en los movimientos, en los tiempos, es algo que no suele darse tan habitualmente como creen algunos.
Así que cuando lo logramos es una maravilla. El sexo bueno es pura química. Es una droga. Es sensaciones en vena, es sentirte comprendido en segundos, es ser cómplice, es felicidad, es alegría, es placer, placer adulto, de ese placer que cuando lo tienes delante te das cuenta de por qué el resto de placeres no eran más que una tontería.
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