(...) Los romanos, a medida que sometían con la
guerra a las distintas regiones de Italia, se apoderaban de una parte de su
territorio... Los ricos, acaparando la mayor parte de esta tierra no
distribuida, aumentaron con el tiempo su confianza en que ya no se verían desposeídos
de ella y comprando en parte por métodos persuasivos, en parte apoderándose por
la fuerza de las propiedades vecinas de ellos y de todas las demás pequeñas pertenecientes
a campesinos humildes, cultivaban grandes extensiones de tierra en vez de
parcelas pequeñas y empleaban en ellas esclavos como agricultores y pastores en
previsión de que los trabajadores libres fueran transferidos de la agricultura
a la milicia... Los ricos se enriquecían al máximo y los esclavos aumentaban muchísimo
por la campiña; en tanto que la escasez y la falta de población afligían a los
pueblos itálicos, diezmados por la pobreza, los tributos y la milicia.
(...)
Hasta que Tiberio Sempronio Graco...
pronuncio un discurso solemne, mientras era tribuno de la plebe, con relación a
la raza itálica en tono de reproche porque un pueblo muy valiente en la guerra
y unido por vínculos de sangre se estaba agostando poco a poco debido a la
indigencia y a la falta de población sin tener siquiera la esperanza de un
remedio. Mostró su descontento con la horda de esclavos por estimarla inútil
para la milicia y jamás digna de fiar para sus dueños, y adujo el reciente
descalabro sufrido en Sicilia por estos a manos de sus esclavos... Después de
haber dicho estas cosas, renovó la ley de que nadie poseyera mas de quinientas yugadas...
(...)
La filosofía que animaba la decisión de
Graco perseguía no la prosperidad económica, sino el aumento de población,.,
Cuando llego el momento de la votación... pregunto si no era justo distribuir
la propiedad común entre el común; si no era en todo momento mas digno de
estima un ciudadano que un esclavo; si no era mas útil un soldado que uno que no
tomaba parte en la guerra y mejor dispuesto hacia los asuntos públicos el que
participara de ellos... paso de nuevo a exponer sus esperanzas y temores sobre
la patria diciendo que poseían la mayor parte del territorio por la violencia,
gracias a la guerra, y que tenían esperanzas de conquistar el resto del mundo
conocido... Graco.,. ordeno al escriba que diera lectura a la proposición de
ley.
(...)
Sin embargo, Marco Octavio, otro tribuno
de la plebe, que había sido instigado por los que poseían tierras a interponer
su veto -y puesto que siempre entre los romanos el que intercede tiene mas
autoridad-, ordeno callar al escriba. Entonces Graco... dijo que sometería a votación
en la próxima asamblea lo relativo a la ley y al tribunado de Octavio, por si debía
retener su cargo un tribuno que actuaba contra los intereses del pueblo; y así
lo hizo. Ύ, en efecto, una vez que Octavio, sin temor alguno, interpuso su veto
una vez mas, propuso en primer lugar la votación sobre el.,. Octavio se
convirtió de inmediato en un ciudadano privado y se marcho de la asamblea sin
ser visto.
(...) En su lugar fue elegido Quinto Mumio como tribuno
de la plebe, y la ley agraria entro en vigor. Los primeros elegidos para llevar
a cabo el reparto de tierra fueron el propio Graco, que era el ponente de la
ley; su hermano homónimo y su suegro Apio Claudio...
( Apiano,
en "Guerras civiles")
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