Constantino el Grande ( que reinó de 307 a 337) tuvo una
carrera notabilísima no exenta de altibajos:
1.- Era hijo de la hija de un tabernero.
2.- Fue proclamado emperador en la remota provincia de
Britania.
3.- Legalizó plenamente el cristianismo en virtud del Edicto
de Milán de 313
4.- En 321 ordenó que el domingo se convirtiera en día de
descanso.
5.- Mandó ejecutar a uno de sus hijos.
6.- Trasladó el centro del poder de Roma a Constantinopla.
7.- Aunque, al menos nominalmente, fuera cristiano, siendo
bautizado justo antes de morir, fue divinizado de manera póstuma (igual que lo
fueron también varios otros emperadores posteriores que, como él, profesaban el
cristianismo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario