Por aquel tiempo, por cierto, cuando consultaba las
suertes virgilianas por hallarse inquieto ante el juicio que el emperador tenia
sobre el, le salio la siguiente profecía que, según la versión de otros
escritores, le sobrevino de unos versos sibilinos:
Quien es aquel que allá lejos, coronado con ramas de
oliva,
lleva las ofrendas sagradas? Reconozco los cabellos y
la barba blanca
del rey de Roma, que cimentara por primera vez una
ciudad con leyes
y que, desde su humilde Cures y su pobre tierra,
será enviado a regir un gran imperio, al cual sucederá
después...
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