Los abogados deben tener como axioma que ninguno de sus
defendidos es culpable, cualesquiera que sean las apariencias. Hay que meterse
esto en la cabeza, porque si no, entonces no eres abogado y si sólo defiendes a
los que creas inocentes del delito del que se les acusa, tendrás que mendigar
el pan que comas. Recuerda que un hombre es inocente hasta que se demuestra que
es culpable ante un magistrado. Así lo especifica la ley romana. La Ley es un
simple juego de razones. Es como un combate en la arena. Y no seas simple.
Además un abogado debe de creer que es más listo que los
otros hombres, especialmente más listo que los magistrados. Es así de irónico.
¿Quién sabe cuál era la intención de los que redactaban las leyes?. Un abogado
inteligente debe interpretarlas en beneficio de su cliente.
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