Tú, pues, ciñe tus lomos, yérguete, y diles todo cuanto yo
te mandare. No te quiebres ante ellos, no sea que yo a su vista te quebrante a
ti. Desde hoy te hago como ciudad fortificada, como férrea columna y muro de
bronce, para la tierra toda, para los reyes de Judá y sus grandes, para los
sacerdotes y para todo su pueblo. Ellos te combatirán, pero no te podrán,
porque yo estaré contigo para protegerte, palabra de Yahvé.
JER, 1 : 17-19
No hay comentarios:
Publicar un comentario