Son muchos los que suponen que, antes de que diera comienzo
el combate, los gladiadores saludaban al emperador con las palabras "Los
que van a morir te saludan" ( morituri te salutant ). La evidencia en ese
sentido es muy frágil:
Antes de emprender las obras de desague del lago Fucino,
Claudio celebró en él una naumaquia. Pero cuando los que iban a participar en
ella (¡que eran los gladiadores!) gritaron: "¡Ave, César, los que van a
morir te saludan!", pero el emperador Claudio respondió "O no",
y después de estas palabras, todos se negaron a luchar como si se les hubiera
dado permiso para ello (es decir, como si les hubiera perdonado la vida a
todos). Claudio entonces estuvo un buen rato dudando...., pero al final saltó
de su asiento y, corriendo de un lado para otro alrededor del lago, no sin un
balanceo vergonzoso, los forzó a combatir entre amenazas y exhortaciones.
( Suetonio en "El divino Claudio")
No hay comentarios:
Publicar un comentario