Un día en que se hallaba juzgando el en Foro de Augusto y le
llegó el olor de la comida que estaban preparando para los salios en el cercano
templo de Marte, Claudio abandonó el tribunal, subió hasta donde estaban los
sacerdotes y se sentó a la mesa con ellos.
( Suetonio, en "El divino Claudio )
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