Haced, ahora, ciudadanos, la comparación entre su soberbia y
yo, que soy un recién llegado. Las cosas que ellos suelen sentir, decir o leer,
yo unas las he visto y otras las he hecho; aquello que ellos han aprendido en
los libros, yo lo he aprendido en la guerra. Ahora juzgad vosotros mismos qué
vale más, si los hechos o las palabras. Ellos menosprecian mi oscuro nacimiento
y yo su cobardía; a mí se me puede echar en cara mi humilde condición y a ellos
su oprobio. Sin embargo, yo creo que la naturaleza humana es la misma y común a
todos, y que cuanto más esforzados más nobles somos. Si fuera posible preguntar
a los padres de Albino o de Bestia si les hubiera gustado más tenerlos a ellos
o a mí por hijos, ¿qué pensáis que habrían respondido, sino que quisieran tener
por hijos a los mejores?. Y si me despreciáis con motivo, que hagan igual sus
ascendientes, cuya nobleza, como la mía, nació de su valor.
( Salustio )
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