Si sólo tuviéramos que
considerar la existencia del Estado, entonces parecería que todas estas
demandas, o al menos alguna de ellas, so justas; pero si tenemos en cuenta una
vida apacible, entonces, como ya he dicho, la educación y la virtud tienen
superiores derechos entre los hombres. Y sin embargo, como los que son iguales
en una cosa, no deben tener la misma participación en todas, ni aquellos que
son desiguales en una cosa han de tener una participación desigual en todas, es
seguro que toda forma de gobierno que descanse en uno de estos principios es
una perversión. Todos los hombres tienen algo que pretender en algún sentido,
como ya he admitido; pero ninguno reclama lo absoluto. Los ricos hacen bien en
pretender que son más dignos de confianza en general en los contratos, porque
poseen la mayor parte de las tierras y la tierra es el elemento común del
Estado. Las personas libres pretenden tener los mismos derechos que los nobles,
porque son muy semejantes, ya que los nobles son ciudadanos en más completo
sentido que la gente vulgar o plebeya, pues la buena cuna siempre se valora en
el hogar o el país de todo hombre. Otra razón es que los que descienden de
antepasados ilustres es más probable que sean mejores personas, porque la
nobleza es una de las virtudes de la raza. De la virtud también puede decirse
que es una pretensión, porque la justicia ha sido tenida siempre por nosotros
como una virtud social, que implica todas las demás.
( En las ilustraciones, cuadros
de Francisco Hayez representando a Aristóteles)
De donde es la cita?
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