Y ¿qué es la verdad?. Sólo Júpiter Optimo Máximo lo sabe.
Las leyes humanas no pueden ser verdaderas leyes a menos que estén basadas en
lo posible en las leyes de Júpiter. Nuestras antiguas leyes establecen que ningún
hombre se divorcie de su mujer a menos que sea por adulterio o incapacidad de
tener hijos, por locura o por infidelidad. Cinnilla no ha cometido ninguna de
esas faltas. Por tanto yo no puedo divorciarme de ella.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
jueves, 8 de septiembre de 2016
CAYO JULIO CÉSAR REPLICA A UN LUCIO CORNELIO SILA QUE QUIERE OBLIGARLE A DIVORCIARSE DE LA HIJA DEL CONSULAR CINNA
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