El primer
favor denegado anula todos los anteriores.
( Cayo Plino
Segundo –Plinio el Viejo-)
El
dicho de Plinio el Viejo que menciona se encuentra en su obra "Historia
natural", libro VIII, capítulo XXII, donde habla de la fidelidad de los
perros. Allí dice: "Nullum tam imprudens mendacium est, ut teste careat.
Quin etiam canes inter se fidem et societatem colunt, nec unquam obliviscuntur
beneficii aut iniuriae. Primus denegatus favor omnes anteriores abolet"
(No hay falsedad tan insensata que no la apoye algún testigo. Incluso los
perros mantienen entre sí la fidelidad y la amistad, y nunca olvidan un
beneficio o una injuria. El primer favor denegado anula todos los anteriores).
Este
dicho expresa una idea que puede tener varias interpretaciones y valoraciones.
Por un lado, puede reflejar una actitud de ingratitud o de resentimiento hacia
quien nos ha hecho favores en el pasado, pero nos niega uno en el presente. En
este caso, el dicho sería una crítica a la falta de reconocimiento y de
generosidad que mostramos hacia nuestros benefactores, y nos invitaría a ser
más agradecidos y comprensivos con ellos.
Por
otro lado, puede reflejar una actitud de decepción o de desconfianza hacia
quien nos ha fallado en un momento crucial, después de habernos ayudado en
otras ocasiones. En este caso, el dicho sería una advertencia sobre la
fragilidad y la inconstancia de las relaciones humanas, y nos invitaría a ser
más cautelosos y selectivos con quienes consideramos nuestros amigos.
En
cualquier caso, el dicho nos plantea un dilema moral sobre cómo valorar y responder
a los favores que recibimos o que nos son negados por los demás. Una posible
lección educativa que se podría extraer de este dilema es que debemos actuar
con justicia y equidad, sin olvidar ni exagerar los méritos o los defectos de
las personas que nos rodean, y sin dejar que nuestras emociones o intereses nos
cieguen o nos manipulen. Así podremos mantener relaciones más sanas y
armoniosas con los demás, basadas en el respeto mutuo y la reciprocidad. Porque
no es del todo correcto pensar que una negativa anula todos los favores
anteriores, cada favor se debe valorar individualmente y no se deben esperar
recompensas por hacer favores.
Algunos
ejemplos prácticos o historias ilustrativas que respalden las interpretaciones
que aquí expongo podrían ser:
-Un
ejemplo de ingratitud hacia quien nos ha hecho favores en el pasado, pero nos
niega uno en el presente, podría ser el caso de Marco Aurelio Carino, hijo del
emperador Caro, que fue asesinado por sus propios
soldados después de haberles concedido muchos beneficios, pero haberles negado
el saqueo de Roma tras derrotar a Diocleciano en la batalla del Margus en el
año 285 d.C1.
-Un
ejemplo de decepción hacia quien nos ha fallado en un momento crucial, después
de habernos ayudado en otras ocasiones, podría ser el caso de Valente, emperador de Oriente, que fue
abandonado y traicionado por muchos de sus oficiales y aliados que habían
recibido su favor y confianza, cuando se enfrentó a los godos en la desastrosa
batalla de Adrianópolis en el año 378 d.C2.
-Y finalmente un ejemplo de justicia y equidad hacia quienes nos hacen o nos niegan favores, sin olvidar ni exagerar sus méritos o defectos, podría ser el caso de Constantino I, emperador de Occidente, que supo perdonar y recompensar a sus rivales y enemigos cuando se convirtió en el único gobernante del Imperio tras derrotar a Majencio y Licinio, y que también supo castigar y desterrar a sus propios hijos y esposas cuando cometieron crímenes o traiciones .
No hay comentarios:
Publicar un comentario