Sé que venceremos.¡Créeme, Lucio Julio, venceremos! Mira, esto no
es como las elecciones. En las elecciones, los primeros votos son reflejo del
resultado final, pero en la guerra, la victoria es finalmente para el bando que
no cede. Los itálicos dicen que luchan por su libertad. A primera vista no
puede haber mejor motivación, pero no es así, porque es algo intangible, un
simple concepto, Lucio Julio, y nada más. Mientras que Roma lucha por su
supervivencia. Y por eso vencerá. Los itálicos no luchan a vida o muerte igual
que nosotros. Ya conocen una vida a la que están acostumbrados hace muchas
generaciones. Puede que no sea la ideal, que no sea la que desean; pero es
tangible. ¡Aguarda, Lucio Julio, y ya verás que cuando los itálicos se cansen
de luchar por un sueño, la situación se volverá en su contra!. Ellos no son una
entidad. No tienen una historia y una tradición como nosotros. ¡Carecen de mos
maiorum!. Roma es real. Italia es una entelequia.
¡Te digo que oigo aletear a la Victoria a nuestro alrededor!.
Haremos polvo a los itálicos. Pueden vencernos en una batalla o dos, pero no
pueden ganar la guerra. ¡No puede nadie!. Roma es Roma, poderosa y eterna. ¡Yo
creo en Roma!
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