lunes, 5 de noviembre de 2018

TRITURADO DE PEQUEÑAS MOSCAS VERDES ESPAÑOLAS, EL AFRODISÍACO DE JULIA, LA HIJA DE OCTAVIO AUGUSTO

JULIA LA MAYOR


Durante su viudez de Marco Vipsanio Agripa, Julia la hija de Octavio Augusto, se enamoró de Tiberio (el hijo de Livia Drusila) y convenció a su padre Augusto de que la dejara casarse con él. Tiberio, encolerizado por tener que divorciarse de su esposa Vipsania Agripina por su causa, la trató con suma frialdad. Entonces Julia tuvo la imprudencia de abordar a Livia, en quien confiaba a pesar de los temores que le inspiraba, y le pidió consejo. Livia le dio un bebedizo, que debía tomar, y le dijo que en el término de un año la tornaría irresistible para su esposo, pero que debía tomarlo una vez al mes, durante la luna llena, y ofrecer ciertas oraciones a Venus, sin contárselo a nadie, porque de lo contrario la droga perdería sus virtudes y le causaría grandes daños.

EMPERADOR TIBERIO

Lo que Livia, en su crueldad, le entregó, era un destilado de los cuerpos triturados de ciertas pequeñas moscas verdes, procedentes de España, que estimuló de tal modo su apetito sexual, que se convirtió en algo muy similar a una demente. Es cierto que durante un tiempo encendió el apetito de Tiberio con la lujuria y el abandono a que la empujaba la droga, en contra de su natural modestia. Pero pronto lo fatigó y se negó a tener nuevas relaciones maritales con ella. Debido a la acción de la droga, que se convirtió en una costumbre para ella, se vio obligada a satisfacer sus ansias sexuales por medio de relaciones adúlteras con todos aquellos cortesanos jóvenes en quienes podía confiar que se comportarían con discreción. Lo hizo en Roma; en Germania y en Francia sedujo a soldados de la guardia de Tiberio e incluso a esclavos germanos, amenazándolos, si vacilaban, con acusarlos de permitirse familiaridades con ella y hacerlos azotar hasta la muerte. Como todavía seguía siendo una mujer bien parecida, parece que los hombres no vacilaban mucho.

LIVIA DRUSILA





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