Si no es mucha molestia,
transeúnte, levántate y lee éste. A menudo he recorrido el inmenso mar en una
embarcación ligera y he llegado a muchas tierras. Éste es el fin que urdió para
mí el destino al nacer. Aquí me he librado de mis preocupaciones y trabajos.
Aquí no temo a las estrellas ni a las nubes ni al fiero mar, ni temo que mis
gastos superen mis ganancias.
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