Pelópidas (en griego antiguo: Πελοπίδας; f. 364 a. C.) fue un político y
militar tebano.
Fue miembro de una distinguida familia y dueño de una
considerable fortuna que gastaba en sus amigos mientras que él se dedicaba a
llevar la vida de un atleta. En 384 a. C. sirvió en un contingente tebano
enviado para ayudar a los espartanos en Mantinea, y fue en esa batalla en la
que fue herido peligrosamente y salvado por Epaminondas.
En la época en la que los espartanos tomaron la
ciudad de Tebas (383 o 382 a. C.), huyó a la ciudad de Atenas y dirigió una
conspiración para liberar su ciudad. En 379 a. C. su partido atacó por
sorpresa, asesinó a sus oponentes políticos y levantó al pueblo contra la
guarnición espartana que quedaba en la ciudad. La guarnición se rindió al
ejército que Pelópidas había logrado reunir.
En este y en los siguientes años fue elegido
beotarca, y alrededor del año 375 a. C. logró vencer a una fuerza espartana más
grande en Tegira (cerca de Orcómeno). La victoria la obtuvo principalmente
gracias al valor del Batallón Sagrado de Tebas, un cuerpo de élite de 300
soldados profesionales.
En la batalla de Leuctra (371 a. C.) contribuyó en
gran medida al éxito de las nuevas tácticas de Epaminondas gracias a la
velocidad que logró imprimir al Batallón Sagrado a la hora de lanzarse al
enfrentamiento con los espartanos.
En 370 a. C. acompañó a su amigo Epaminondas en su
marcha en la exitosa campaña en el Peloponeso. A su retorno, sin embargo, ambos
fueron acusados de haber retenido su cargo más allá del plazo legalmente
establecido, aunque la acusación no prosperó.
En 369 a. C., en respuesta a una petición de ayuda de
Tesalia, Pelópidas fue enviado al frente de un ejército contra Alejandro de
Feras. Tras expulsar a Alejandro, entró en Macedonia y arbitró entre los
distintos candidatos al trono. Al mismo tiempo, y buscando asegurar la
influencia de Tebas en la región, se llevó a una serie de rehenes con él,
incluyendo al hermano del rey, el que se convertiría más tarde en el rey Filipo
II de Macedonia.
Al año siguiente Pelópidas fue vuelto a llamar para
que interfiriese en Macedonia, pero cuando sus mercenarios desertaron, se vio
obligado a llegar a un acuerdo con Ptolomeo de Aloros. A su vuelta a
través de Tesalia fue capturado por Alejandro de Feras, y fueron necesarias dos
expediciones tebanas para conseguir que fuera liberado.
En 367 a. C. Pelópidas se dirigió con una embajada al
rey persa y le indujo para arbitrar un acuerdo entre las polis griegas que
fuese favorable para los intereses tebanos. En 364 a. C. recibió otra llamada
de auxilio de las ciudades tesalias contra Alejandro de Feras. Un eclipse de
sol provocó que no pudiese llevar consigo más que un puñado de soldados, pero a
pesar de ello logró vencer al tirano en Cinoscéfalas. Sin embargo, deseando
matar a Alejandro con sus propias manos, se lanzó al ataque sin la suficiente
precaución y murió a manos de la guardia personal de éste.
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