Demarato (en griego antiguo: Δημάρατος) fue rey de Esparta de la dinastía
Euripóntida desde aproximadamente el año 515 hasta el 491 a. C., año en el que
fue depuesto. Sucedió a su padre Aristón aunque su paternidad fue
discutida. Es conocido principalmente por su oposición a su colega, el otro rey
de Esparta, el Agíadas Cleómenes I.
Cuando Cleómenes intentó instalar a Iságoras
como tirano de Atenas, Demarato se esforzó cuanto pudo por frustrar sus planes.
En Eleusis llegó a la ruptura (el célebre "divorcio de Eleusis")
cuando -en unión con las tropas corintias- abandonó a Cleómenes y al ejército
coaligado que debía atacar Atenas. En 501 a. C., Egina fue una de las ciudades
que entregó a Persia los símbolos de sumisión: tierra y agua. Atenas apeló de
inmediato a Esparta para que castigara este acto de medismo y Cleómenes acudió
a Egina con la intención de apresar a los responsables. Su primer intento
fracasó debido a las interferencias de Demarato, quien hizo cuanto estaba en su
mano para provocar la caída en desgracia de Cleómenes en Esparta.
En represalia, Cleómenes instó a Leotíquidas
-pariente y enemigo personal de Demarato- a que reclamara el trono, alegando
que este último no era realmente hijo de Aristón, sino de Ageto, primer
marido de su madre. El asunto fue puesto en manos de los éforos, quienes
optaron por consultar a los dioses. Cleómenes sobornó entonces al oráculo de
Delfos para que se pronunciara a favor de Leotíquidas, quien en efecto
se convirtió en rey (Leotíquidas II) en 491 a. C.
Tras la deposición de Demarato, Cleómenes marchó de
nuevo a Egina acompañado por su nuevo colega, capturó a diez de los ciudadanos
más prominentes y los entregó a Atenas como rehenes.
Demarato, por su parte, acosado por la mofa de
Leotíquidas, buscó refugio en la corte del rey de Persia, Darío I, quien le
confió las ciudades de Pérgamo, Teutrania y Halisarna, donde sus descendientes
gobernaban aún a comienzos del siglo IV a. C. El depuesto rey gozó de influencia
en la corte persa y parece que tuvo que ver en la designación de Jerjes como
sucesor de Darío en lugar de su hermano Artabazanes.
Demarato acompañó a Jerjes en su invasión de
Grecia en el 484 a. C. Según Heródoto, antes de la batalla de las Termópilas
conminó al rey persa a no subestimar a los espartanos y le expuso las
características de su pueblo. Se trata de un pasaje de gran importancia para
conocer las costumbres e instituciones de Esparta.
De acuerdo con algunos autores, Demarato fue condenado
a muerte por haber advertido a las ciudades griegas de la invasión persa.
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