Decimos
que no se trata sólo de la mujer que se ofrece abiertamente en un burdel para
ganarse la vida (con su cuerpo), sino también la que (como suele suceder) no se
comporta recatadamente en una posada, taberna u otro lugar por el estilo. Y entendemos
además que «abiertamente» significa que dicha mujer aborda a hombres al azar,
sin hacer ninguna distinción, de manera que se gana la vida como prostituta, a diferencia
de una mujer que comete adulterio o fornicación o incluso de una mujer que tiene
relaciones sexuales con uno o dos hombres por dinero, pero aparentemente no se dedica
abiertamente a ganar dinero con su cuerpo. Octaveno, sin embargo, afirma más correctamente
que incluso la mujer que se ofrece abiertamente sin cobrar debe ser considerada
una prostituta… Además, denominamos «madamas» a las mujeres que ofrecen a otras
mujeres, incluso si realizan esta actividad bajo otro nombre. Si una mujer que
regenta una taberna se dedica a alquilar mujeres (muchas disponen de prostitutas
bajo la apariencia de taberneras), también puede ser calificada adecuadamente
como «madama».
(Ulpiano
en "Digesto")
No hay comentarios:
Publicar un comentario