«He presenciado augurios que
ningún hombre sería capaz de describir, incluso yo, que estoy acostumbrado a
expresar por escrito lo que siento. Uno de ellos te concierne a ti, Julio.
Todavía estás a tiempo de renunciar a tus sueños de esplendor, de triunfos y
conquistas. Sin duda morirás... como ya te lo he advertido antes.»
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