Una
comadreja se enamoró perdidamente de un hombre apuesto. Afrodita, madre de todos
los deseos, le concedió el deseo de convertirse en una mujer tan bella que fuese
imposible para él no amarla. En el mismo instante en que el hombre elegido la vio,
fue embargado por la pasión y deseó tomarla por esposa. Cuando se estaba celebrando
el banquete nupcial, un ratón pasó a toda prisa por allí. La novia saltó de su lujoso
sillón y empezó a perseguirlo. El banquete nupcial acabó en un tumulto. El amor
les gastó una buena broma, pero se retiró vencido por la naturaleza.
(Valerio Babrio , en
su fábula "la novia comadreja")
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