lunes, 9 de enero de 2017

EL CÓNSUL LUCIO FURIO FILO



Lucio Furio Filo (en latín, Lucius Furius Philus) fue un político y militar romano, muy vinculado con Escipión Emiliano y Cayo Lelio Sapiens.

 

En 136 a. C. alcanzó el consulado con Sexto Atilio Serrano como colega; como cónsul electo los senadores le concedieron la administración de la provincia de Hispania Citerior, con lo que le responsabilizaron de la entrega de Hostilio Mancino a los numantinos, al que los rebeldes habían derrotado y obligado a concluir un tratado muy desfavorable para los intereses romanos.

 
Cuando Metelo Baleárico y Quinto Pompeyo trataron de impedir la marcha del cónsul les ordenó ir con él en calidad de legatus. Una vez en su provincia ordenó a los soldados establecerse en las inmediaciones de la capital de los sediciosos y cerciorarse de que Mancino acabara en sus manos, pero los numantinos cerraron sus puertas y rechazaron quedarse con el ex-cónsul, con lo que pretendían no violar el pacto que habían concluido con éste.
 
Fue amante de la literatura griega y amigo de muchos eruditos griegos.
 
Cicerón le menciona en una de sus obras, en la que alaba el estilo de sus discursos:

Lucio Furio Filo hablaba muy bien el latín, y con más literatura que los demás.



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