Cuentan que Cleopatra quiso ridiculizar los miedos de Marco
Antonio y para ello untó con un veneno la punta de la flores de la guirnalda
que le puso en la cabeza durante la cena; cuando el banquete estaba más animado
propuso a Antonio que se bebieran las coronas. ¿A quién se le habría ocurrido
tener una traición en esas circunstancias?. Echan los pétalos en la copa y
cuando Antonio está a punto de beberse su contenido, Cleopatra le detiene
diciendo: "¿Así que es por mí por quien tomas la nueva precaución del
catador?. Pues mira que, si pudiera vivir sin ti, no me faltarían la ocasión ni
los medios". Mandó entonces traer a un condenado a muerte, que se bebió el
vino y murió en el acto.
( Plinio en
"Historia natural" )
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