domingo, 13 de agosto de 2017

GLOTÓN MUY CALIENTE



Yo recuerdo a un glotón tan desconsiderado con el resto de los comensales, cualquiera que fuese la circunstancia, que abiertamente en los baños públicos acostumbraba su mano al calor sumergiéndola en agua hirviendo, y su boca haciendo gárgaras en caliente evidentemente con el fin de hacerse insensible a los alimentos que quemaran. Se decía, en efecto, que este incluso se había ganado a los cocineros para que sirvieran la comida lo más caliente posible, y así devorarla él solo, al no poder seguirlo los demás.

 (Ateneo en " Banquete de los eruditos" )





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