sábado, 4 de julio de 2015

CARTA Y PERGAMINO DE SERVILIA CEPIONIS A SU AMANTE EL DICTADOR CAYO JULIO CÉSAR, A PROPOSITO DEL LIBRO " EL CATÓN", ESCRITO POR MARCO TULIO CICERÓN



He pensado que los pergaminos adjuntos, César, te molestarían tanto como a mí. Al fin y al cabo, aparte de mí, eres la única persona que conozco cuyo aborrecimiento hacia Catón es tan grande como el monte Ararat. Esta «joya» es obra de ese campesino, Cicerón, y naturalmente la ha publicado Ático. En cuanto tuve ocasión de conocer al hipócrita plutócrata que se las arregla para estar en buenas relaciones contigo y con tus enemigos, le lancé una filípica que no olvidará en mucho tiempo.


«Además de hipócrita, eres un parásito, Ático -dije-. El intermediario por antonomasia, que obtiene toda clase de beneficios sin el menor talento. Me alegro que César haya establecido una de sus colonias más grandes para el censo por cabezas en tu latifundio de Épiro. Así aprenderás lo que puede pasar cuando uno inicia un negocio en tierras públicas. Espero que te pudras en vida, y espero que los pobres de César causen estragos en tu latifundio.»


No podría haber encontrado una manera mejor que ésa de alarmarlo. Por lo visto él y Cicerón pensaban que habían apartado a tu colonia lejos del ganado y las tenerías de Ático. Ahora saben que están aún en Butrotum. César, no te dejes convencer por Ático para trasladar a otra parte esa colonia. Ático no es dueño de la tierra, no paga arriendo por la tierra, y se merece todos los daños que podáis causarle tú y el censo por cabezas. ¡Publicar ese asqueroso himno de elogio al peor hombre que se ha sentado jamás en el Senado! Estoy furiosa. Cuando leas el Catón de Cicerón, también tú montarás en cólera. Por supuesto, ese idiota de hijo mío lo considera extraordinario. Por lo visto había escrito un pequeño panfleto ensalzando al tío Catón, pero lo rompió después de leer el panegírico de Cicerón.

 

Dice Bruto que volverá a Roma en cuanto Vibio Pansa llegue para sustituirlo en el gobierno de la Galia Cisalpina. Francamente, César ¿de dónde sacas a esos don nadie? Aun así, Pansa tiene dinero suficiente para haberse casado con la hija de Fufio Caleno, así que me atrevería a decir que Pansa llegará lejos. Ahora están en Roma unos cuantos de tus antiguos legados en la Galia, desde el pretor Décimo Bruto hasta el ex gobernador Cayo Trebonio.


Sé que Cleopatra te escribe unas cuatro veces al día, pero he pensado que quizá te gustaría leer algo de otra persona en un tono más desapasionado. Ella sobrevive, pero está muy triste sin ti. ¿Cómo tuviste el valor de decirle que sería una campaña corta? Pasará un año antes que se te vuelva a ver en Roma, calculo. 



¿Y por qué demonios la instalaste en ese mausoleo de mármol? La pobre está siempre helada. El invierno es frío y ha llegado pronto; hay hielo en el Tíber y Roma ya está nevada. Supongo que el invierno alejandrino se parece a los últimos días de la primavera en Roma. Al niño le va mejor, y piensa que jugar en la nieve es la mejor diversión que se ha inventado.


Ahora, los chismes: Fulvia está embarazada de Antonio y tiene tan buen aspecto como de costumbre. Imagínatelo, un vástago, probablemente varón, del tercero de sus amigos camorristas. Clodio, Curio, y ahora Antonio.


Cicerón-¡oh, no puedo quitarme de encima a ese hombre!se casó el otro día con su pupila de diecisiete años, Publilia. ¿Qué te parece? Repugnante.


Lee el Catón. Cicerón, dicho sea de paso, ardía en deseos de dedicárselo a Bruto, pero Bruto declinó el insigne honor. ¿Por qué? Porque sabía que si aceptaba, yo lo asesinaría.



( C. McC. )




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