Gneo
Domicio Corbulón (7 - 67) fue un político y militar del Imperio romano.
Nació
en 7, en Italia, en el seno de una familia de rango senatorial; su padre había
sido pretor durante el reinado de Tiberio, y su madre, llamada Vistilia,
procedía de una familia que había ostentado el pretorado.
Se
desconocen los orígenes de su carrera, aunque se sabe que fue cónsul en 40
durante el reinado del emperador Calígula, que era su cuñado a través de su
matrimonio con su hermanastra, Milonia Cesonia.
Tras
el asesinato de Calígula, su carrera entró en un punto muerto hasta el año 47,
año en el que Claudio le nombró comandante de los ejércitos de Germania
Inferior, que tenían como base la moderna Colonia.
El
nombramiento de esta zona tan inestable se vio además dificultado debido a que
tuvo que hacer frente a importantes rebeliones y brotes de violencia
encabezados por las tribus germánicas. Durante su gobierno en Germania, el
general ordenó la construcción de un canal entre los ríos Rin y Mosa. Partes de
esta gran obra de ingeniería que se conocen como Fossa Corbulonis o Canal de
Corbulón se han encontrado en una excavación arqueológica. Su curso es idéntico
al del río Vilet, que une las modernas ciudades de Leiden y Voorburg.
Regresó
a Roma, donde permaneció hasta 52, cuando fue nombrado gobernador de la
provincia de Asia. Tras la muerte de Claudio en 54, el nuevo emperador, Nerón,
le envió a las provincias orientales a fin de que solucionara el asunto
relativo a la
sucesión del trono de Armenia.
En 58, inició la ofensiva y, reforzado por las tropas de
Germania, atacó a Tiridates I, rey de Armenia y hermano de Vologases I de
Partia. Bajo su mando las legiones capturaron las ciudades de Artaxata y
Tigranocerta (Legio III Gallica, Legio VI Ferrata y Legio X Fretensis), y
Tigranes VI, que había sido educado en Roma y estaba dispuesto a someterse a
las órdenes del emperador, se instaló en el trono.
En
61 Tigranes invadió Adiabene, parte integrante del reino de los partos,
haciendo que la guerra entre el Imperio Parto y el Romano pareciera inevitable.
Vologases por su parte creía que la mejor manera de terminar con el conflicto
era negociar con el Imperio romano.
Vologases quería que los soldados romanos
abandonaran Armenia, que se destronara a Tigranes y que se reconociera la
posición de Tiridates. El gobierno romano se negó a ceñirse a estos términos y
se ordenó a Lucio Caesenio Paeto, gobernador de Capadocia, que resolviera la
cuestión para que Armenia quedara directamente bajo control romano.
Mientras
Corbulón centraba su atención en los asuntos de Siria, Paeto por su parte, un
incapaz y débil comandante que despreciaba la fama adquirida por Corbulón,
sufrió una severa derrota en Rhandeia (62). El mando de las tropas fue por
tanto vuelto a encomendar a Corbulón.
En 63 cruzó el Éufrates a la cabeza de un
fuerte ejército, pero Tiritades se negó a presentar batalla y llegó a un
acuerdo de paz. En Rhadeia le entregó al romano su diadema imperial,
prometiendo que no volvería a ceñírsela hasta que el propio Nerón le coronara
en Roma.
Tras
dos conspiraciones encabezadas por senadores, entre los cuales se encontraba su
yerno Lucio Annio Viniciano para derrocar a Nerón en 65, Nerón comenzó a
sospechar de él y de su popularidad entre las masas. En 67 estallaron
disturbios en la provincia de Judea, pero Nerón envió a Tito Flavio Vespasiano
para que sofocara la rebelión.
Nerón convocó a Corbulón y a los gobernadores de
las dos Germanias a Grecia. A su llegada a Corinto, unos mensajeros de Nerón se
entrevistaron con Corbulón y le obligaron a suicidarse. Éste, obedientemente se
dejó caer sobre su propia espada diciendo: Axios("yo soy digno")
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