El nombre "picto" se aplica en la jerga de los
soldados a cualquier britano septentrional, teniendo el mismo origen que la
palabra "pintura", porque los pictos van pintados.
El color no solo se debe a sus numerosos tatuajes,
sino también al añil con el que se cubren todo el cuerpo antes de la batalla.
Además de provocar nauseas entre sus enemigos, poco
acostumbrados al contraste cromático entre el azul y el color rojizo de sus
cabellos, el añil ayuda a mantener las heridas desinfectadas.
La mayor parte de los pictos son de origen caledonio,
pero luego se les fueron sumando a ellos unos cuantos britanos rubios que,
incapaces de soportar la dominación romana, se fueron trasladando al norte.
fascinante tema
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