Una de las grandes diferencias entre un campamento en
campaña y una base permanente es que el primero carece de cocinas. La cuestión logística
también se les ha ocurrido a aquellos que tratan de impedir la invasión de las
legiones. Es posible que estas sean invencibles, pero sus líneas de suministro
no lo son, y ningún ejercito funciona como es debido si sus soldados están
hambrientos.
Por si se produce un ataque a las caravanas de
suministros, los legionarios cargan con víveres para una semana. Aparte, claro
esta, de las durísimas y casi incomibles tortas de emergencia, aunque es
posible que el legionario prefiera comerse primero las botas y la funda del
escudo.
En campana, cada contubernium debe preparar su propia
comida. Esta procede de dos fuentes:
EL COMISARIADO.- Pocas cosas caracterizan tanto al
ejercito romano como la cantidad de esfuerzo que asume para mantener bien
abastecidas a las tropas mientras avanzan:
• RESERVAS DE SUMINISTROS.- El general al mando se habrá
asegurado de hacer acopio de grandes cantidades de grano y de carne antes de
que el primer soldado romano ponga el pie fuera de las fronteras del Imperio,
para garantizarle el sustento hasta llegar a su destino.
• COMIDA EN MOVIMIENTO.- Un encargado de almacén
aficionado a la filosofía te dirá que el propósito de la vida es mantener la
carne fresca. Es por tanto posible que la legión se vea acompañada de una
manada de vacas, lo que asegura unos suministros que se mueven por si solos,
que se mantienen frescos y que además también ofrecen otras materias primas que
pueden resultar útiles, como cuero, tendones y pegamento.
• RACIONES.- Fundamentalmente,
la legión suple a los soldados con grano y carne curada. El grano se muele en
molinos manuales, cargados por la mula del contubernium, y puede ser cocido en
forma de simples tortas o preparado como unas espesas gachas. Un soldado que
sea perezoso, o que este hasta las narices de complicaciones, puede limitarse a
hervirlo y comérselo sin mas.
PARTIDAS DE FORRAJEROS.- Esta dieta se hará bastante monótona
en muy poco tiempo, especialmente porque pasar la mayor parte del dia marchando
y cavando abre bastante el apetito. Por tanto, un poco de ternera, cerdo o
cordero fresco, o una inesperada ración de verduras de vez en cuando, son
siempre bienvenidos. Estos alimentos se obtienen del propio terreno por el que
avanza el ejercito.
Por lo general, el legionario corriente no vera
demasiado del enemigo hasta que llegue el momento de enfrentarse a el en una batalla
"preacordada" por ambos bandos o en un asedio, dado que el enemigo
evitara enviar cualquier fuerza menor para evitar su inapelable aniquilación y
los lugareños que se encuentren en el camino de las legiones se habrán
largado llevándose a sus mujeres, hijos y rebaños lo
mas lejos posible de los romanos.
Así, los auxiliares se ganaran el sustento
participando en partidas de aprovisionamiento, buscando donde están escondidos
esos rebaños y llevándoselos a la base para que los soldados puedan comer carne
fresca. Otras partidas se separaran de la columna principal para saquear
huertas y sembrados y surtir al campamento de verduras y fruta fresca.
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