Dejarás de temer cuando dejes de esperar. El colmo de la
infelicidad es temer algo cuando nada se espera ya. Es rey quien teme, y rey
quien nada desea; cada cual puede regalarse con este reino. La buena suerte
libra a muchos del castigo, pero a nadie le libra del miedo. Si no queréis
temer nada, pensad que todas las cosas son de temer.
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