En la mitología griega, los juegos fúnebres en honor de Patroclo
fueron unos juegos atléticos realizados entre algunos de los principales aqueos
en la guerra de Troya para rendir homenaje al héroe Patroclo, que había muerto
durante la guerra a manos del príncipe troyano Héctor.
Lo sucedido durante la
competición se relata principalmente en el canto XXIII de la Ilíada.
Tras vengar la muerte de
Patroclo matando a Héctor, Aquiles presidió los juegos fúnebres que se
celebraron en la planicie troyana en honor al primero.
Las pruebas fueron la carrera
de carros, el pugilato, la lucha, la carrera a pie, el combate, el lanzamiento
de peso, el tiro con arco y el lanzamiento de jabalina.
El primer premio consistía en
una mujer diestra en labores y un trípode con asas; el segundo era una yegua
preñada por un asno; el tercero, una caldera sin estrenar; el cuarto recibiría
dos talentos de oro; y el quinto, una urna de doble asa.
Participaron Diomedes, Eumelo,
Menelao, Antíloco y Meríones.
Eumelo se había puesto en
cabeza seguido por Diomedes; Apolo intervino a favor de Eumelo, pero Atenea
provocó la caída de éste para favorecer a Diomedes, que llegó el primero.
Mientras, Antíloco consiguió adelantar a Menelao de un modo temerario y llegó
en segundo lugar.
Tras otorgar a Diomedes el primer premio, Aquiles propuso conceder
a Eumelo el segundo premio, ante lo que protestó Antíloco. Aquiles atendió a la
protesta y decidió conceder a Eumelo otro regalo distinto.
Por su parte, Menelao se quejó del adelantamiento del que había
sido objeto por parte de Antíloco. Éste le pidió perdón y admitió su error,
tras lo cual Menelao le cedió el segundo premio. Meríones se llevó el cuarto
premio y el quinto fue otorgado por Aquiles al anciano Néstor.
En el Vaso François aparece una
representación de una versión alternativa de la carrera de carros de los juegos
fúnebres en honor de Patroclo. En ella, los participantes fueron Odiseo,
Automedonte, Diomedes, Damasippos y otro personaje cuyo nombre no está
identificado con seguridad.
Existe otra escena cerámica de
los juegos en honor de Patroclo pintada por Sófilos; en ella, la carrera de
carros se celebra en un hipódromo, en lugar de hacerse en la llanura de Troya.
Pugilato: Los premios ofrecidos
por Aquiles fueron una mula para el ganador y una copa de doble asa para el
perdedor. En primer lugar se ofreció a combatir Epeo, luchador consumado, y fue
Euríalo el único que aceptó el reto. En este combate venció Epeo, dañando
seriamente a su oponente, aunque al finalizar la lucha él mismo ayudó a
llevarlo a curar.
Lucha: Los premios eran un gran
trípode valorado en doce bueyes para el vencedor, y una mujer, valorada en
cuatro bueyes, para el vencido. Áyax Telamonio y Odiseo fueron los
contendientes. Ninguno de los dos consiguió la victoria, y Aquiles interrumpió
la lucha y propuso que ambos compartieran premios iguales.
Carrera a pie: Se enfrentaron
Odiseo, Áyax Oileo y Antíloco. Atenea provocó que Áyax Oileo tropezara y Odiseo
pudiera vencer. Éste se llevó como premio una crátera de plata, mientras Áyax
se llevó un buey y Antíloco medio talento de oro, al que Aquiles agregó otro
medio talento de oro por los elogios que realizó Antíloco hacia él al final de
la carrera.
Combate: Se trataba de un
combate en el que los contendientes se atacaban con una lanza y estaban protegidos
por una armadura y un escudo. Los participantes en esta prueba fueron Diomedes
y Áyax Telamonio. El combate fue suspendido mientras se estaba celebrando por
temor a que Diomedes pudiera llegar a matar a Áyax, puesto que lo atacaba muy
cerca del cuello. Los premios, que consistían en una daga de plata, una pica,
un broquel y un yelmo, fueron repartidos entre los dos.
Lanzamiento de peso: Se
presentaron Áyax Telamonio, Leonteo, Epeo y Polipetes. Polipetes fue el
vencedor de la prueba, y su premio fue una importante cantidad de hierro.
Tiro con arco: La prueba
consistía en acertar con una flecha a una paloma. Participaron Meríones y
Teucro. Por mediación de Apolo, Meríones fue el ganador y recibió diez hachas
de doble filo como premio, mientras Teucro recibió diez hachas de filo
sencillo.
Lanzamiento de jabalina A esta
prueba se presentaron Agamenón y Meríones. La prueba no llegó a celebrarse
puesto que Aquiles concedió la victoria a Agamenón sin necesidad de realizar la
prueba, no por su rango sino por ser el más fuerte lanzador de pica entre los
aqueos. Agamenón se llevó el premio de un caldero adornado con flores, y
Meríones se llevó como premio una pica de bronce.
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