sábado, 31 de diciembre de 2016

TUMBA DEL NADADOR


 La Tumba del nadador es un importante monumento arqueológico hallado por el arqueólogo italiano Mario Napoli el 3 de junio de 1968, cuando excavaba una pequeña necrópolis a unos 1,5 km al sur de la ciudad griega de Paestum en Magna Grecia, en el sur de Italia. En la actualidad, la tumba se exhibe en el museo de Paestum.
 
Los cuatro lados y la parte superior de la sepultura están hechas de cinco losas de piedra caliza local, mientras que el piso está excavado en el suelo de piedra natural. Las cinco losas, unidas mediante yeso con gran precisión, formaban una cámara de un tamaño aproximado de 215 x 100 x 80 cm. Las losas que componen el monumento fueron pintadas del lado interno con la misma técnica utilizada en los frescos. Las pinturas de las cuatro paredes presentan la escena de un simposio, y la losa del techo contiene la famosa escena que da su nombre a la tumba: un joven arrojándose hacia las ondeantes aguas de una corriente. Han podido distinguirse dos artistas, de los cuales el menos habilidoso es el que decoró la pared sur.
 
La importancia de los sorprendentes frescos de la tumba es que parecen ser «el único ejemplo de pinturas griegas que contienen escenas con personas que datan del período orientalizante, arcaico o clásico que haya sobrevivido en su totalidad. De los miles de tumbas griegas que se conoce pertenecen a dicha época (cerca del 700 al 400 a. C.), esta es la única decorada con frescos de personas».
 
Sólo se encontraron unos pocos objetos dentro de la tumba. Cerca del cadáver (que se cree pertenece a un hombre joven, pese al estado sumamente deteriorado del esqueleto) se hallaba el caparazón de una tortuga, dos aríbalos y un lecito ático; este último objeto, realizado con la técnica de figuras negras utilizada cerca del año 480 a. C., ayudó a que el descubridor y otros académicos dataran la construcción de la tumba circa el año 470 a. C.



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