martes, 1 de enero de 2019

CARTA DE LOS PRETORES MARCO JUNIO BRUTO Y CAYO CASIO LONGINO AL CÓNSUL SUPERIOR MARCO ANTONIO TRAS EL ASESINATO DE CÉSAR


Nos complacería muchísimo hallarnos presentes en el Senado para las calendas de junio, Marco Antonio, pero no tenemos más remedio que solicitarte ciertas garantías de seguridad. Nos entristece que, siendo como somos ambos pretores superiores, ni tú ni ningún otro magistrado nos mantenga informados sobre la situación en Roma. Nos alegra que te preocupes por nuestro bienestar, y te damos nuevamente las gracias por haber sido tan comprensivo desde los idus de marzo. No obstante, ha llegado a nuestro conocimiento que la ciudad está llena de antiguos soldados de César, y que pretenden volver a erigir el altar y la columna a César, que con tanta justicia desmanteló el cónsul Dolabela.
 
Nuestra pregunta es la siguiente: ¿es seguro para nosotros ir a Roma? Humildemente te rogamos garantías de que nuestras amnistías no sean revocadas, y de que seamos bienvenidos en Roma.
 

RESPUESTA DEL CÓNSUL MARCO ANTONIO:

A Marco Bruto y Cayo Casio: no puedo garantizar vuestra seguridad. En efecto, la ciudad está llena de antiguos soldados de César. Se hallan aquí de vacaciones, mientras esperan recibir sus tierras o se plantean volver a alistarse en las legiones que estoy reclutando en la Campania. En cuanto a sus intenciones sobre lo que llamo yo la "cesarolatría", tenéis mi palabra de que es un culto que no será fomentado.
 
Venid a Roma para la asamblea de las calendas de junio, o no vengáis. La decisión es enteramente vuestra.



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