domingo, 6 de enero de 2019

CARTA DE QUINTO POPEDIO SILO A MAMERCO EMILIO LÉPIDO LIVIANO (HERMANO DEL ASESINADO MARCO LIVIO DRUSO)



Quinto Servilio Cepio ha muerto. Ayer le conduje con su ejército a una emboscada en la carretera entre Carseoli y Sublaqueum, haciéndole salir de Varia con la artimaña de que había desertado de los marsos, robando el tesoro de mi pueblo. Llevé un asno cargado con lingotes de plomo con un baño de oro. ¡Ya conocéis la debilidad de los Servilios Cepionis!. Les pones oro delante de las narices y se olvidan de todo lo demás.

 

Todos los soldados romanos de Cepio han muerto. A Cepio le capturamos vivo y lo maté yo. Le corté la cabeza y la llevé clavada en una lanza al frente de mis tropas. En memoria de Druso. En memoria de Druso, Mamerco Emilio. Y por los hijos de Cepio, que ahora heredarán el oro de Tolosa, con la parte del león para el cuquillo de pelo rojo del nido de Cepio. Cierta justicia. Si Cepio hubiera vivido y sus hijos hubieran alcanzado la mayoría, él habría encontrado el modo de desheredarlos. Ahora lo heredarán todo. Me ha complacido hacer esto por Druso, porque sé que a él le habría agradado profundamente. Por Druso. Que su memoria perdure en el espíritu de todos los hombres buenos, romanos e itálicos.


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