Mi padre Cayo Julio César fue
famoso por su clemencia, pero fue su clemencia la que lo mató. La mayoría de
sus asesinos eran hombres perdonados. De haberlos matado, no tendríamos
necesidad de preocuparnos de Bruto y de Casio, Roma tendría todas las rentas públicas
de Oriente y nosotros podríamos navegar con libertad a Euxine para comprar
cereales en Cimeria si no encontráramos en ningún otro lugar. Estoy de acuerdo
contigo, Marco Antonio. Proscribiremos, exactamente igual que hizo Sila. Una
recompensa de un talento por la información que nos aporte un hombre libre o un
liberto, una recompensa de medio talento más la libertad para un esclavo. Pero
no cometeremos el error de documentar las recompensas. ¿Por qué darle a algún
aspirante a tribuno de la plebe la oportunidad de obligarnos a castigar a
nuestros informantes?. Las proscripciones de Sila recaudaron dieciséis mil
talentos para el Erario. Ése es nuestro objetivo. La proscripción es la única
solución. Roma está en bancarrota, y por lo tanto proscribimos. También nos
permitirá deshacernos de enemigos, reales o potenciales; todos los que tienen
sentimientos republicanos o simpatía por los asesinos de César.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
domingo, 20 de enero de 2019
CÉSAR OCTAVIO ACUERDA PROSCRIPCIONES PROPUESTAS POR MARCO ANTONIO Y LÉPIDO PARA FINANCIAR EL ESTADO ROMANO Y LAS LEGIONES EN ÉPOCA DE SEQUÍA Y HAMBRUNA
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