Hay una estatua mía en Éfeso que
así lo dice, que soy divino y salvador del género humano, pero eso no es más
que simple adulación, como dijo un amigo mío. Es cierto que desciendo de dos
dioses: Venus y Marte, pero sólo tengo una o dos gotas de licor divino, no todo
el cuerpo lleno de él.
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