Sus continuadas victorias no fueron parte para que su
grandeza de ánimo y su ambición se contentaran con disfrutar de lo ya
alcanzado, sino que, siendo un incentivo y aliciente para lo futuro, produjeron
designios de mayores empresas y el amor de una gloria nueva, como que ya se
había saciado de la presente; así, su pasión no era entonces otra cosa que una
emulación consigo mismo, como pudiera ser con otro, y una contienda de sus
hazañas futuras con las anteriormente ejecutadas. Meditaba, pues, y preparaba
hacer la guerra a los Partos, y vencidos éstos por la Hircania, rodeando el mar
Caspio y el Cáucaso, pasar al Ponto, invadir la Escitia y, recorriendo luego
las regiones vecinas a la Germania y la Germania misma, por las Galias volver a
Italia y cerrar este círculo de la dominación romana con el Océano, que por
todas partes la circunscribe.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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